TRADICIONES

1.  CANTAMISAS Y EL " MAYO "

 EN GRULLEROS


La falta de vocaciones sacerdotales en nuestro tiempo, ha dejado casi en el olvido esta tradición tan arraigada antiguamente en nuestros pueblos.


Hoy son pocas las ocasiones que hay de revivirla en toda la provincia leonesa, pero cuando muy de tarde en tarde ocurre, la tradición cobra vida de nuevo y la fiesta está asegurada.

2. EL OFICIO DE LAS TINIEBLAS

 EN GRULLEROS


Era la ceremonia litúrgica que lleva a cabo los días de Miércoles, Jueves y Viernes Santo al caer la tarde. Al celebrarlo en la entrada a la noche, tenía la peculiaridad de hacerse en "tinieblas, de ahí su nombre. Este acto encerraba en sí todo un simbolismo de la muerte de Cristo, y los tres días que estuvo en la tumba.

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1.- CANTAMISAS Y EL " MAYO "

EN GRULLEROS


PLANTACIÓN DEL MAYO 
Los preparativos comenzaban varios días antes. Los quintos de Grulleros― en otro tiempo muy numerosos― iban a buscar entre todos los chopos del pueblo, el más alto y derecho posible. En muchas ocasiones llegaba a los 20 metros. Provistos de hachas y un " tranzador", abatían el árbol y luego de cortar sus ramas, debían llevarlo hasta las inmediaciones de la Iglesia, o frente a la Casa Concejo, lugar en el que se levantó la primera y última vez que yo lo vi. La tarea no era fácil dada la longitud, ya que había que transportarlo entero. Mientras un grupo de mozos realizaba de esta tarea, otro se encargaba de cavar el hoyo en el que se pinaría el "mayo".


En Grulleros,muchas personas jóvenes no han tenido la ocasión de contemplar un evento de estas característica, pues  el último  fue el de .Valentín, hace ya  unos años.

El origen de esta tradición, se remonta a tiempos prerrománicos, ligada al culto a la naturaleza con la llegada de la primavera. De hecho, este ritual totémico ancestral, hacía referencia a la divinidad primaveral o de los árboles de levantar un leño, solía hacerse en el quinto mes del año y de ahí su nombre.

Todo parece indicar que las primeras manifestaciones de esta fiesta, hay que buscarlas en las antiguas civilizaciones de los fenicios y los griegos quienes manifestaban su adoración a los dioses, y lo que estos significaban en fiestas conmemorativas de acontecimientos de especial trascendencia para ellos, como pudieran ser los cambios de estaciones. Marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral cuando las manadas de ganado se llevaban hacia los pastos de verano, y a las tierras de pasto de las montañas.

El Cristianismo también adoptó esta costumbre, como otras muchas fiestas paganas transformándolas en religiosas. Así es como la fiesta de la llegada de la primavera y adoración a la Tierra, pasaría a ser una fiesta de veneración a la Virgen María.

PLANTACIÓN DEL MAYO 
Los preparativos comenzaban varios días antes. Los quintos de Grulleros― en otro tiempo muy numerosos― iban a buscar entre todos los chopos del pueblo, el más alto y derecho posible. En muchas ocasiones llegaba a los 20 metros. Provistos de hachas y un " tranzador", abatían el árbol y luego de cortar sus ramas, debían llevarlo hasta las inmediaciones de la Iglesia, o frente a la Casa Concejo, lugar en el que se levantó la primera y última vez que yo lo vi. La tarea no era fácil dada la longitud, ya que había que transportarlo entero. Mientras un grupo de mozos realizaba de esta tarea, otro se encargaba de cavar el hoyo en el que se pinaría el "mayo".


Los preparativos comenzaban varios días antes. Los quintos de Grulleros― en otro tiempo muy numerosos― iban a buscar entre todos los chopos del pueblo, el más alto y derecho posible. En muchas ocasiones pasaba de los 15 metros. Provistos de hachas y un " tranzador", abatían el árbol y luego de cortar sus ramas, debían llevarlo hasta las inmediaciones de la Iglesia, o frente a la Casa Concejo, lugar en el que se levantó la primera y última vez que yo lo vi. La tarea no era fácil dada la longitud, ya que había que transportarlo entero. Mientras un grupo de mozos realizaba de esta tarea, otro se encargaba de cavar el hoyo en el que se pinaría el "mayo".


La siguiente fase era descortezarlo convenientemente, y untarlo de sebo, lo que aumentaba la dificultad de escalarlo. La "pina", es decir, el anclar el tronco al firme, era proceso que duraba varias horas, en razón de las dimensiones y peso del mástil, y en el que se utilizaban una serie de útiles para la difícil tarea de izar un madero de tales dimensiones. Escaleras, sogas, grandes cadenas, y unos maderos en aspa de diferentes longitudes, ayudaban en dicho empeño. Luego había que atacarlo bien, y calzarlo con piedras y maderos para que no se moviera. Allí permanecería hasta los primeros días del mes de junio.

Mientras los quintos realizaban estas tareas, por su parte las mozas del pueblo se encargaban de preparar los cantos y de adecentar y adornar la iglesia. Con tiempo suficiente comenzaban a reunirse por las noches en una cocina para ir escogiendo los cantares del día de fiesta. Había que discurrir los cantares alusivos al acto, pero siempre había quien tenía el ingenio suficiente para ello, lo que contribuía a dar realce a todos los actos de la fiesta.

La víspera, los mozos engalanaban, además, con banderines toda las calles que unen el domicilio del sacerdote con la iglesia, en la plaza del pueblo , y también tenían preparado un sillón de madera con respaldo que serviría para que los quintos del pueblo portaran en andas a al nuevo sacerdote bajo un arco de flores que había engalanado por las mozas.

Cuando terminaban de pinar el mayo, se encendía una gran hoguera, en torno a la cual la diversión de los mozos continuaba, entre tragos de vino y rebanadas de pan con chorizo, cecina y dulces, hasta bien entrada la noche.

CANTAMISAS Y EL ASCENSO DEL MAYO

Precedido del pendón del pueblo y la pendoneta, portados por los jóvenes, y músicos contratados al efecto, las mozas del pueblo, conducían a pie, bajo el engalanado arco de ramas y flores, al sacerdote desde su casa a la iglesia. Le seguía una procesión de gentes venidas de todos los pueblos del contorno, en medio de una gran expectación.

Cantamisas de D. Francisco ( Foto de Daniel Soto Centeno)
Cantamisas de D. Francisco ( Foto de Daniel Soto Centeno)

La celebración de la primera misa era un acto solemne de primer orden. Tras ella, el largo besamanos. A la salida, el sacerdote, en andas salía de la iglesia, entre cánticos, flores comenzaba la subida del mayo. Impresionaba su altura, en cuya cúspide se había colocado un pequeño, que sería el premio para quien lo descolgara. Parecía una tarea imposible. Los más arriesgados e intrépidos se preparaban ya para emprender la hazaña. Cada cual aportaba su truco y su destreza. Unos llevaban en un zurrón ceniza para minimizar el efecto del sebo en el palo, otros sencillamente hacían gala de una depurada técnica en la colocación de manos y piernas.

Durante el emocionante ascenso, las mozas del pueblo entonaban canciones populares, y el resto de las gentes animaban y jaleaban a los escaladores. La expectación era máxima. Un gran gentío venido de los pueblos cercanos , principalmente de Villadesoto y Vega, abarrotaban la plaza y en el espléndido día, el ambiente festivo se respiraba por todas partes.

El primero en apuntarse despertaba los primeros mayores aplausos. La tarea no era nada fácil, los primeros metros se ascendían sin gran dificultad, bajo la atenta mirada de hombres mujeres y niños, pero llegando a la mitad la mayoría desistían en su empeño.

― Trepa con mucha técnica, comentaban unos, fijándose en la colocación de las piernas y las manos.

―No llegará muy alto, afirmaban otros.

Cantamisas de D. Francisco ( Foto de Daniel Soto Centeno)
Cantamisas de D. Francisco ( Foto de Daniel Soto Centeno)

Los primeros metros solían ser de ascenso rápido, luego sucedían momentos de flaqueza. Un breve descanso en el momento oportuno, y el mozo reemprendía la escalada. Entre el gentío allí congregado, se cruzaban apuestas sobre quién alcanzaría el trofeo. Con las manos en carne viva, su rostro feliz, no manifestaba el cansancio del esfuerzo realizado, pues el mayor premio era el reconocimiento del público allí congregado y la fama por la hazaña realizada.

Terminada la escalada, los padres del sacerdote convidaban a vino y pastas a los allí congregados y con ello concluía la mañana y cada cual se dirigía a su casa, donde les esperaba la comida de fiesta previamente preparada para ellos y sus invitados.


La tarde era para el jolgorio, principalmente de mozos y mozas con los bailes tradicionales y gentes, casados y solteros, danzaban sin parar hasta la puesta del sol. No eran muchos los acontecimientos que se solemnizaban plantando "el mayo" porque era una fiesta que llevaba consigo muchos preparativos, pero las pocas ocasiones que tenían las gentes de aquel tiempo, no las dejaban pasar de largo

2.-El Oficio de Tinieblas


Era la ceremonia litúrgica que lleva a cabo los días de Miércoles , Jueves y Viernes Santo al caer la tarde. Al celebrarlo en la entrada a la noche, tenía la peculiaridad de hacerse en "tinieblas, de ahí su nombre. Este acto encerraba en sí todo un simbolismo de la muerte de Cristo, y los tres días que estuvo en la tumba. La vuelta a la luz representaría la Resurrección.

Para el oficio se disponía de un candelabro que generalmente era de forma triangular con 15 cirios que se van apagando gradualmente excepto el central que permanecía siempre encendido.

Como en todo oficio o elemento religioso se le ha querido ver una simbología. Dichos cirios representarían a los 11 apóstoles, ( excluido Judas Iscariote) y las tres Marías (María Salomé, María de Cleofás y María Magdalena) y a la Virgen María. El Central representaría a ésta última y la razón de no apagarse querría significar la fe de la Virgen en la resurrección de su Hijo.

Candelabro  de las Tinieblas
Candelabro de las Tinieblas

Al apagarse los 14 cirios la iglesia quedaría casi en Tinieblas. Sería una especie de oficio de carácter funerario. Al llegar al último cirio, se cantaba "El Miserere" (Salmo 50 y el cirio se situaba en la parte posterior al altar ocultándolo, simbolizando la entrada de Jesús en la sepultura y la permanencia de la Iglesia en espera de la Luz que surgirá en la Vigilia Pascual.

Terminado "EL Miserere" el clero y los fieles asistentes producían un gran ruido de carracas y matracas, que cesa al aparecer la luz del cirio oculto detrás del altar, para simular las convulsiones y trastornos naturales que sobrevinieron, al morir Jesucristo, El Salvador.

De este apagado progresivo de las luces hasta la plena oscuridad viene que en la Viglilia Pascual , que se celebra el Sábado Santo, el templo se encuentre en tinieblas al empezar la celebración. El sacerdote oficiante, entra en el templo con las luces apagadas, portando tan sólo el cirio pascual. El nuevo fuego y la Luz de Cristo resucitado, rompe la oscuridad con sus primeros destellos ,y se van encendiendo las luces hasta quedar de nuevo el templo iluminado.

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